Todos los días recibimos una avalancha de propuestas publicitarias tratando de convencernos para hacer algo; ya sea al transitar por las calles, al abrir nuestro buzón en casa, al visitar un centro comercial, etc.
Pero como si se tratara de una apresurada evolución, hemos desarrollado una especie de escudo protector, que nos permite aislarnos del entorno publicitario a través de la indiferencia.
Nuestro mundo actual, se caracteriza por una agresiva competencia en todos los aspectos y niveles de nuestra sociedad, especialmente en aquellos en los que se tenga que ver con la venta de un producto o servicio. Esto provoca que los publicistas se vuelvan locos tratando de encontrar la alquimia correcta para que sus campañas publicitarias tengan un efecto exitoso.
Y bueno… Dónde quedamos los pequeños y medianos empresarios que no contamos con un departamento de marketing y tampoco con un presupuesto para contratar alguna agencia de publicidad. Definitivamente habremos de implementar recursos creativos, prácticos, baratos pero eficientes.
Las buenas noticias es que aún es posible quedarnos con una rebana de ese gran pastel que representa el mercado en nuestro giro, y esto, sin una gran inversión. Y también hablaremos de lo eficientes que pueden ser los tradicionales volantes o flyers.
Primero; tengamos en cuenta que las ciudades han presentado un crecimiento poblacional muy acelerado y que si insistimos en distribuir solo unos cuantos volantes habremos de perder el tiempo, a menos que nuestra distribución esté perfectamente segmentada.
Es por esta razón, que la propuesta de cinco mil volantes publicitarios es una excelente oportunidad para iniciar nuestra propia Campaña de Publicidad.
Seguramente a estas alturas del artículo usted ya tiene una gran idea sobre lo qué llevarían sus volantes, sin embargo no es solo el... ¿Qué queremos que los volantes hagan por nuestro negocio? Sino también tendríamos que preguntarnos ¿Qué puede hacer mi producto o servicio por mi cliente? Cuáles necesidades habremos de resolverle, que beneficios y que ventajas encontrará en nuestra oferta.
A continuación y de manera sencilla trataré de abordar algunos consejos sobre cómo realizar nuestros volantes, además de poner un ejemplo gráfico sobre el tema.
Primero, y después de habernos respondido a la presunta de qué es lo que nuestros clientes quieren, pasemos al “Cómo”.
Un volante publicitario es una versión de un anuncio, por lo que el tratamiento debe de ser semejante. Dividamos nuestro volante en 4 elementos indispensables para su buen funcionamiento:
1.- El título. A la manera de los poetas habremos de buscar la forma más sencilla y directa de decir una frase capaz de cautivar la atención del lector, ésta puede aludir a nuestros temores o a nuestras ambiciones Por ejemplo “Ahorre ahora el 50%” o “Si usted no aprovecha esta oferta se perderá de…” y también “Una buena línea te hace ver mejor”.
2.- La imagen. Esta parte es tan o más importante que el título ya que nuestras emociones se despiertan con las representaciones gráficas de nuestros deseos, si vamos a comprar un automóvil último modelo, queremos verlo de la manera más real posible y si además está dentro de un contexto al cual aspiro o pertenezco quiero que se me muestre para poder conectar con el anuncio, y así pueda identificarme. Título e imagen deben ser lo suficientemente irresistibles para obligar al lector a seguir leyendo lo que tenemos que decirle.
3.- Los beneficios y las ventajas. Qué es lo que va obtener nuestro cliente si compra nuestro producto y además qué ventajas conlleva su decisión. Ejemplo: en un anuncio de Accord leemos como título “Obra Maestra”, y luego la frase “Equilibrio perfecto entre la elegancia y potencia” Este poderoso slogan lo han convertido en el texto del anuncio donde podemos encontrar el beneficio: “Equilibrio perfecto” y ahí mismo las ventajas “elegancia y potencia”. En este ejemplo emplearon un mínimo de texto y sin embargo abarcaron muchos conceptos.
4.- Ahora debemos de entender que un volante es una publicidad efímera, la cual en poco tiempo acabará en el bote de basura (Si bien le va a nuestras calles). Por lo que existen algunos trucos para convertirlos en una respuesta inmediata y lograr que la gente los conserve, además de incrementar considerablemente su eficiencia.
a) Por favor concéntrese en una oferta única, no trate de vender varios productos en un solo volante, esto solo distraé la decisión de compra de su posible cliente.
b) Colóquele a sus volantes un valor agregado; un cupón de descuento, una promoción, un regalo, ¡Colóquele algo! Recuerde ser creativo y original, localice aquello que lo distinga y provoque más afluencia de clientes.
c) Integre una fecha límite a sus promociones, esto hará que el lector se apresure a contactarlo.
d) Integre todos los datos para encontrarle facilmente en las redes. Ni hablar; ahora corren los tiempos en que las redes sociales dominan gran parte de la atención de nuestros anhelados prospectos.
e) No olvide una llamada a la acción. ¿Cómo quiere que respondan los lectores su mensaje? ¿Qué es lo que quieren que hagan? Una llamada telefónica, una visita a su establecimiento, una compra por internet, etc.. Dígaselos, llévelos e la mano.
d) Para lo anterior es indispensable que ponga sus datos con los que quiera que hagan contacto sus futuros clientes. Y por último aproveche la parte trasera de sus volantes para ampliar su información, ahí sí puede mencionar otros productos o servicio, pero ojo no los ponga a competir con su oferta principal. Con estos sencillos pasos le auguro un éxito rotundo en su próxima campaña publicitaria.
Autor: Francisco Galicia